Si estás suscrito a la lista de correos de algún copy, le sigues en redes, o simplemente eres de los que lee cartas de venta, te habrás dado cuenta de una cosa.
Últimamente se lleva mucho lo de hacer frases cortas.
Como estas.
Que prácticamente parezca que cada línea es una frase que podrías soltar en una conversación.
Antes de parar para tomar aire de nuevo.
Bueno a ver,
No es que esto se haya inventado ayer ni mucho menos.
Pero creo que últimamente es más común encontrar textos así.
Seguramente habrá muchas influencias. Pero para mí, una de las más importantes es la manera en la que nos comunicamos habitualmente con la gente de nuestro entorno.
Sí, sí, con el WhatsApp. ☑️☑️
Quiero decir, mi abuela tiene WhatsApp. ✔️✔️
Y creo que podemos analizar algo tan simple como este texto de debajo:
–
Mira tío, he ido a comprar carne y tenían unos chuletones que eran gloria bendita. Carne del norte, de la buena, de la que se puede decir lo típico de del campo a la mesa. Luego te mando una foto. Vas a flipar. Si quieres la próxima vez que vayamos a la montaña pillamos un par y los hacemos en la barbacoa.
–
Un amigo te manda esto y probablemente no le contestes hasta el día siguiente.
En su lugar, ahora nos escribimos así:
–
Mira tío.
He ido a comprar carne y tenían unos chuletones que eran gloria bendita.
Carne del norte, de la buena, de la que se puede decir lo típico de:
Del campo a la mesa.
Luego te mando una foto.
Vas a flipar.
Si quieres la próxima vez que vayamos a la montaña pillamos un par y los hacemos en la barbacoa.
–
Estarás conmigo en que la segunda opción se lee mucho mejor.
No creo que sea porque está mejor estructurado.
Simplemente nuestro cerebro se ha adaptado a leer textos así.
Ahora eso es lectura cómoda.
Poca broma.
No sé como lo ves tú, pero puede ayudarte cuando plantees una estrategia de comunicación.
Escrita.
En un blog.
O un email.
Ya tu sabes.
I’ll be back.